FOGWILL
Un guión para Artkino, «última» novela de Fogwill, es uno de sus textos más hilarantes, aunque bajo la aparente broma, bajo la carcajada, se encuentre mucha verdad nada cómica. Un escritor despreciable, llamado también Fogwill, escribe la obra de su vida, un guión cinematográfico, para el Hollywood soviético en un futuro-pasado donde Argentina y buena parte del mundo se han sumado a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas frente al resto de ese mismo mundo: los países capitalistas con sede en New York. En esa hipotética Argentina Socialista se lee Pravda, se fuma tabaco ruso y se conducen coches rusos, pero las traiciones son las de siempre: en apariencia políticas, pero en realidad muy humanas, es decir, más ligadas al carácter de los hombres que a las reglas políticas con las que tratan de organizarse: vanidad, pasión, celos, ambición.
Si en Help a él, el verdadero Fogwill reescribía «El Aleph» de Borges, aquí parece revisar -o sea, corregir, enmendar o reparar- novelas como 1984 de Orwell.
«Asombra su destreza con la lengua literaria.» (J. Ernesto Ayala-Dip, Qué leer)