Todos los maestros de vida espiritual consideran que "hacer oración" es el medio indispensable para crecer en la vida cristiana, para conocer y amar a Dios, y para responder a la llamada de santidad que Él dirige a cada uno.Hoy en día, muchas personas tienen sed de vida espiritual, sed de Dios, y quieren hacer oración, pero no saben muy bien cómo empezar, o una vez iniciada la práctica de la oración, la abandonan en cuanto tienen dificultades.Pero la perseverancia en la oración según el testimonio unánime de los santos es la puerta estrecha que nos abre el Reino de los Cielos, y la fuente de la auténtica felicidad.Convencido de esta verdad, el autor ofrece en este breve y jugoso libro, sugerencias y consejos sencillos que orientan a toda persona deseosa de hacer oración, ayudan a perseverar y aportan respuesta a las dudas que puedan surgir. Para ello se apoya en las experiencias de grandes contemplativos de la Iglesia, como Juan de la Cruz, Teresa de Jesús o Teresa de Lisieux.Crítica:
«Ese tiempo es el que se dedica a la oración. Para aprovecharlo y superar las dudas que puedan surgir, el autor ofrece sugerencias concretas y sencillas que orientan y ayudan a mantener la tensión de la oración. Se apoya en las experiencias de grandes contemplativos.»
Aceprensa
«Todos los maestros de la vida espiritual consideran que hacer oración es el medio indispensable para crecer en la vida cristiana, para conocer y amar a Dios, y para responder a la llamada de santidad que Él dirige a cada uno. Hoy en día muchas personas tienen sed de vida espiritual, sed de Dios, y quieren hacer oración, pero no saben muy bien cómo empezar, o una vez iniciada la práctica de la oración, la abandonan en cuanto tienen dificultades. Pero la perseverancia en la oración, según el testimonio unánime de los Santos, es la puerta estrecha que nos abre el Reino de los Cielos y la fuente de la auténtica felicidad.»
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