GÓMEZ GIL, RICARDO
El canto de Orfeo cautivaba a flores, animales, ninfas o fornidos guerreros. Un día, el joven conoció a la bella Eurídice, y se enamoraron. Pero su felicidad no iba a durar mucho, por culpa de los celos de Aristeo y la desafortunada mordedura de una víbora, que mató a su amada. Desolado, Orfeo se propuso bajar a los infiernos con la intención de rescatarla.