HEDILLA DE ROJAS, MIGUEL
«¡Qué hago yo con dos condes y un banderillero!», comentó Manuel Hedilla, con sorna, al conocer la composición de la junta política creada por Franco tras el Decreto de Unificación.
Si José Antonio fue «El ausente», a Manuel Hedilla podría tildársele como «El defenestrado», pues tras el asesinato de Primo de Rivera quedó sumido en un anonimato perpetuo. Como Segundo Jefe Nacional de Falange, tomó la valiente decisión de negarse a aceptar el Decreto de Unificación de Franco, que suponía la desaparición de FE de las JONS. Este acto de lealtad a sus principios fue considerado alta traición, y se desató un proceso sumarísimo diseñado para demostrar su supuesta intención de derrocar al nuevo régimen.
Para algunos fue un golpista y para otros un traidor. Se le imputaron crímenes ajenos a su persona y dos penas de muerte. Sin embargo, en un giro inesperado, las voces en defensa de la justicia se alzaron, y Franco conmutó sus sentencias por cadena perpetua. El mayor coraje de Hedilla no radicó en su negativa a acercarse al dictador, sino en su inquebrantable fidelidad a las ideas joseantonianas y al cargo que ocupó durante 235 días (época de mayor esplendor, expansión y poder de Falange). Rechazó el exilio mostrando una gran coherencia y, tras cumplir cuatro años de cárcel, se convirtió en un personaje anónimo y repudiado cuya memoria se ha desvanecido con el paso de los años.
Es imperativo rescatar su figura y enmendar la injusticia cometida por ambos bandos en su contra. Este libro, escrito por su hijo, es un homenaje a su lucha silenciada y una invitación a reevaluar la historia, reivindicando su figura como un símbolo de integridad y lealtad frente a las adversidades políticas y personales.
«Este libro constituye una contribución fundamental al estudio de Falange y de la figura de Manuel Hedilla». Stanley J. Payne, historiador e hispanista.