PIRENNE, HENRI
Henry Pirenne (1862-1935), concluyó la primera versión de Mahoma y Carlomagno pocos meses antes de su fallecimiento y Jacques Pirenne, hijo y discípulo del gran investigador que revolucionó los estudios medievales, asumió la tarea de preparar para su edición el manuscrito póstumo. El libro contiene las conclusiones definitivas sobre el conjunto de problemas que constituyó la «la gran pasión científica de los veinte últimos años de su vida» y que había orientado ya su anterior estudio sobre Las ciudades de la Edad Media. Las invasiones germánicas no pusieron fin a la unidad mediterránea del mundo antiguo ni aportaron principios nuevos en el orden económico y social, en la situación lingüística o en las instituciones que la cultura romana había transmitido. Sólo la expansión islámica, el convertir el Mediterráneo en un lago musulmán, desplazó hacia el norte el eje de la vida histórica y creó las condiciones para la separación entre el Oriente bizantino y Occidente y para la ruptura de la continuidad en el desarrollo de la civilización. La decadencia del reino merovingio, el ascenso de Carlomagno, la alianza del papado con la nueva dinastía y el predominio de la Iglesia y de los señores feudales marcan, entre el 650 y el 750, la transición hacia el perído de regresión económica y anarquía en el que la tradición antigua se pierde y que recibe el nombre de Edad Media.