ALONSO, MANUEL L.
Dicen que hay que tener mucho cuidado con las pelirrojas pero Chico no puede dejar de mirar a Helena. Buenaventura o Chico, como todos lo llaman, decide irse de casa tras una discusión familiar. Se considera un hombre libre y así se lo hace ver al grupo de okupas con quienes va a vivir en una nave abandonada. Ha sabido de ellos por la prensa y, aunque en principio se muestran algo reticentes, no tardan en admitirlo. Entre ellos está Helena, una chica pelirroja de la que se enamora y le hará correr peligrosas aventuras.