RUIZ DE SAMANIEGO, ALBERTO
Lo divertido de las tramas de Robbe-Grillet es que todo, como en las mitologías, puede ser también diferente. En el film L'immortelle (1963) las estrategias y los estragos, los estratos de la memoria son tan frágiles y falsos como las viejas murallas de la ciudad donde se desarrolla la acción: Constantinopla. Ello hace que el encuentro con las imágenes se dé en un terreno que no constituye propiamente el de la consciencia ni el del inconsciente. Dominio aurático, si queremos; problemático, sin duda: cargado de poderes. Irresistibles fuerzas de transformación y arrastre como las que poseen las aguas, y con ellas las musas, a las que se entregan no sin riesgo los poetas. También el protagonista del film de Robbe-Grillet, que encarna además la voluntad de ordenar los signos; porque no habrá sujeto, en el sentido fuerte del término, hasta que no se libere de ese flujo sin cronología, cruce de tiempos que flotan sin logos.