RHEI, SOFÍA
Las maquinarias de lo metaliterario no se detienen nunca. Sus engranajes establecen comunicaciones inesperadas, afinidades sutiles que revierten, incluso, el mismísimo flujo del tiempo.
En estos relatos sobre el lenguaje, y sobre quienes dedican a él su vida, pueden encontrarse teclados nefastos, puertas secretas, autoras mecánicas, cerezas de carne, personajes mayestáticos, volúmenes diminutos, tintas inesperadas, correctores con forma de peonza y sándwiches de pepino en pan sin corteza.