SUÁREZ, LUIS
Fernando ejerció como rey de Castilla no en condición de monarca consorte, sino en virtud de poderes directamente ejercidos. Su influencia en la guerra de Portugal o en la de Granada, le otorgan un protagonismo completo. Además, su influencia es decisiva en la reordenación institucional que acometen las Cortes de Toledo en 1480.
Siempre resulta difícil distinguir lo que el rey o la reina hicieron, porque se trata de un reinado conjunto, en el que ambos partícipes tenían mucho interés en destacar el carácter unitario. Fernando e Isabel establecieron un poder dual otorgándose recíprocamente las facultades necesarias en sus respectivos reinos. La diferencia aparece sin embargo por la mayor atención que lógicamente Fernando otorga a sus dominios patrimoniales.
Aquí se examina con especial atención el proceso de recuperación de Cataluña en el orden social, en el económico y en el de la política exterior, llegando a crear una hegemonía mediterránea. La unión de reinos que constituye la monarquía española se ajusta al modelo establecido ya en el siglo XV, bajo el nombre Corona del Casal de Aragó.