D'AGOSTO FORTEZA, SONIA / INFANTE DEL ROSAL, FERNANDO / LEÑADOR, JAVIER
En nuestro siglo, las formas creativas y expresivas del dibujo se han multiplicado significativamente. La ilustración, el diseño, la gráfica descriptiva, el sketching, etc. parecen haber redescu¬bierto el dibujo, no solo como modo de representación, sino también como modo de acción, de acceso y relación con nuevas realidades.
Los nuevos contextos de la ilustración gráfica, que vienen a ampliar aquellos en los que esta cumplía funciones editoriales, ornamentales, testimoniales, educativas, etcétera, se han vuelto especialmente noto¬rios dentro de las artes visuales; el diseño gráfico, el diseño industrial, de espacios, moda y arquitectura han rehabilitado el dibujo conce¬diéndole valor de relato, y volviendo así a proclamarse como arti del disegno; por su parte, dentro de los discursos del arte contemporáneo, el arte gráfico ha encontrado un espacio mucho más amplio, dejando atrás su tradicional estatuto de inconclusión o incompletitud. Todos estos desarrollos suponen modos de imbricación entre lo que podemos llamar dibujo-trayecto y dibujo-proyecto en tanto que ponen en rela¬ción las ideas que solo toman forma en la línea y desde la línea, y las ideas que se formalizan mediante la línea, el punto o el plano.
En toda esta expansión de las formas y medios del dibujo las crea¬doras juegan un papel determinante. Existe cierta sincronía, cierta conexión lógica y efectiva entre esta emancipación del dibujo y la socialización de una nueva conciencia feminista, auténtico huma¬nismo de nuestro siglo. La autarquía del dibujo está necesariamente motivada por una liberación y transvaloración del acto mismo de dibujar, del gesto, de la acción y del cuerpo, y no solo por modifica¬ciones en las condiciones del medio (editorial, artístico, etcétera).