ERMEYDAN, MERYEM
Érase una vez un aceite vegetal que era brillante como el sol y claro como el agua. Se llamaba Niñasol y vivía en el País de las Compras. Por culpa del desinterés por el medio ambiente de los habitantes de su país, se quedó sola en la calle como aceite usado. Además, ni la propia naturaleza le abrió los brazos. Cuando parecía estar en un callejón sin salida, Niñasol se encontró con un anciano sabio de barba blanca y así empezó su viaje hacía el País del reciclaje.
¿Cómo creéis que termina la historia de Niñasol?
Seleccionado en el White Ravens 2021