TOTI MARTÍNEZ DE LEZEA
Para unos El Jardín de la Oca es un camino iniciático, para otros, un tablero de adivinación o un plano secreto y para la mayoría, la senda que lleva a la tumba de un apóstol venerado. ¿Y si todos ellos tuvieran parte de razón? A la búsqueda de una respuesta, incontable número de personas han caminado a lo largo de varios siglos hasta el Finis terrae, el final de la Tierra, por la ruta de las estrellas, el arco-iris del dios Lug de los celtas, el río eterno de árabes y judíos, el Camino de Santiago de los cristianos.
Esta historia transcurre a mediados del siglo XIII por los caminos de La Rioja, Burgos, León y Galicia, tierras de misterios, de viejas creencias, catedrales, de viajeros de diversas procedencias y religiones y, también, de aventureros, visionarios y maleantes.
En ella coinciden Robert Lepetit, el Bugre, un fraile expulsado de la Iglesia, Ezequiel Falaquera, médico judío, y Hadi al-Suri, herbolario musulmán, cada uno de ellos empeñado en descifrar, a su manera, las claves del misterioso Jardín de la Oca.