CASAVELLA, FRANCISCO
«La aventura se presenta y, como siempre, lo hace en forma de miedo y amenaza. La hija del cabecilla hampón del barrio ha sido violada y asesinada. Los dedos acusadores apuntan al Watusi, un individuo famoso en el barrio al que Pepito el Yeyé parece tener como héroe. Fernando Atienza y Pepito parten en busca de ese misterioso personaje para avisarle de que fuerzas despiadadas le buscan para vengarse. Ese día, el 15 de agosto de 1971, la pareja recorrerá la ciudad desierta bajo una interminable tormenta de verano, un lugar que se irá convirtiendo poco a poco en el espacio de los sueños de cada uno de nosotros; el bosque brumoso donde escapamos, donde nos aterrorizamos, donde conocemos el misterio, la magia, el sexo, el placer, la mentira, el desengaño y las convicciones que nos convierten en los seres humanos que, por suerte o por desgracia, acabamos siendo. En esa búsqueda que se convertirá en fuga, el adolescente Fernando Atienza averiguará también quién es el Watusi. Y el Watusi es el rey del ritmo, un bailarín pero también un criminal, un filósofo, un mercenario, el guardián de la alegría y el mensajero de la muerte, un secreto que recorre las calles como el viento, aquello que nuestra imaginación quiere que sea y, a lo mejor, muy poca cosa.»
Con estas palabras, esbozaba su autor el arranque de El día del Watusi, que incorpora en la presente edición las correcciones que había ido introduciendo al manuscrito. Francisco Casavella murió repentinamente a los 45 años, en diciembre de 2008, mientras escribía una nueva novela que recuperaba a Fernando Atienza, protagonista y narrador de la presente. Tampoco él había podido abandonar al Watusi. Posiblemente sea ésta una obra que cifra su modernidad en una cualidad mitificadora, resultado de una sutilidad y plasticidad infinitas. La leemos así como una novela llena de inventiva, en eterno movimiento, que posee el don de representar el desorden contemporáneo, y de vencerlo. La obra de un autor que gana nuevos lectores día a día.