La propuesta humanista que necesitamos para reconstruir el sistema económico y esquivar los radicalismos. Vivimos tiempos inciertos. La inestabilidad económica pone en riesgo el estado de bienestar, la globalización afecta al flujo de inversiones internacionales y a los procesos migratorios, y la velocidad de la innovación tecnológica hace que el mercado laboral navegue en aguas turbulentas.En Confiar no tiene precio, el prestigioso economista Jordi Gual desvela cómo estos tres grandes bloques de incertidumbre repercuten en las expectativas vitales, la autoestima y la dignidad de la gente. Por momentos pareciera que el auge de los radicalismos y el cuestionamiento del capitalismo y la democracia no tuviesen su origen en causas económicas, sino en cómo las decisiones actuales afectan a nuestro estilo de vida personal. Precisamente debido a ese individualismo propio de las actuales sociedades occidentales, ha comenzado a entenderse que carecemos de un marco de referencia adecuado para hacer frente a las tensiones sociales, políticas y morales de este siglo. Su conciliadora propuesta de reconstrucción pasa por una acertada gestión (y regulación) de las políticas macroeconómicas, por convertir las empresas en ejes centrales de esta gestión (adoptando un enfoque stakeholder) y, fundamentalmente, por regresar al espíritu de comunidad. Sólo así, con valores humanistas, será posible garantizar el funcionamiento de un capitalismo renovado.