Prólogo.-Primera Parte. Los orígenes del folklore en España: una vocación familiar.- I. España o la difícil génesis de una tradición popular.-Agustín Durán y el Romancero.-Primicias folkloristas: colección de canciones, cuentos y el cuadro de costumbres.-II. Antonio Machado y Álvarez en su primera época intelectual.-Filiación y formación intelectual.-Los primeros artículos (1869-1872).-Los años de búsqueda epistemológica y la reanudación de la actividad folklórica (1872-1879).- Segunda parte. Antonio Machado y Álvarez y Folk-Lore: un proyecto científico y patriótico.-III. El Folk-Lore según A. Machado y Álvarez. Importación y adaptación del modelo evolucionista inglés.-El Folk-Lore: definición, discurso y problemática científica.-El Folk-Lore Español, federación de los Folk-Lores de España: la puesta en marcha de la red machadiana.-El Folk-Lore Español y el movimiento folklorista europeo.-IV. La gran obra del Folk-Lore Español o el trabajo de los obreros del saber popular.-Las herramientas para recopilar, describir y clasificar.-Las herramientas para archivar, divulgar e intercambiar.-V. El folklore o la síntesis de la tradición y el progreso.-El folklore como proyecto movilizador y unificador.-Un republicano federalista como promotor del folklore.-La ciencia del folklore al servicio de la regeneración de la nación.-VI. La recepción del proyecto científico e ideológico de A. Machado y Álvarez.-El folk-lore en la prensa.-El entusiasmo machadiano frente a la inercia del Estado.-Conclusión. Fracaso y posteridad del folklore de A. Machado y Álvarez.-Anexos.-Fuentes primarias y bibliografía.
En 1881, Antonio Machado y Álvarez (1846-1893) se inspira en los modelos europeos, en particular en los supuestos teóricos y la organización institucional de la Folk-Lore Society de Londres, para promover la institucionalización del folklore como disciplina en España. Sin embargo, su herencia familiar, marcada por el patriotismo liberal y el compromiso progresista y científico, determina su concepción y su planteamiento folkloristas, también influidos por su republicanismo de corte federalista y su simpatía por el pueblo, reivindicada por su seudónimo «Demófilo» con el que pasa a la posteridad. Al adaptar los modelos europeos a la realidad cultural y territorial española, Antonio Machado y Álvarez forja un proyecto patriótico que consiste en promover a través de los estudios folklóricos un regionalismo armonioso, no antagónico con la idea de España, y revitalizar así a la nación por sus regiones, inscribiéndose dentro de una estirpe de intelectuales preocupados por la relación entre la historia y la organización del territorio nacional.